El acuario debe ser de cristal y debe tener como mínimo unos 10 a 15 cm de profundidad de agua para que las tortugas puedan sumergirse y nadar. La profundidad también dependerá del tamaño de la tortuga.
El acuario para tortugas acuáticas debe tener una rampa que permita a las tortugas salir del agua con comodidad y una zona seca donde puedan tomar el “sol”. Sobre esta zona seca es donde se deben instalar la lámpara de rayos ultravioleta si fuera necesario compensar la falta de luz solar directa.